La hemos fabricado con un tipo de material usado en la construcción de viviendas como aislante térmico, con una plancha de poliestireno extruido, ya que es muy ligero y, valga la redundancia, aislará el contenido de las bajísimas temperaturas con las que nos encontraremos en la tropopausa.
Han sido los alumnos los encargados de llevar a cabo esta majestuosa obra, y lo han hecho como lo hacen las grandes agencias espaciales: por duplicado.
Cristina y Sara ajustando la sierra para que la línea quede recta.
Ante de acabar la clase, entre todos hemos elegido las caras que mejor estaban para usarlas en la cápsula definitiva, y las que no lo estaban tanto, las hemos usado para fabricar un contenedor que nos servirá para hacer pruebas y tomar medidas de la ubicación de los componentes.
Pero eso no es todo, pues esta misma semana nos llamaron desde el periódico La Nueva España para publicar un artículo sobre este proyecto que acabamos de iniciar.